Las bombas de racimo fabricadas por la empresa española Instalaza y utilizadas por Gadafi para bombardear Misrata en Libia, fueron financiadas por al menos 8 bancos españoles: Cajalón (grupo Caja Rural), Caja España, Caja Mediterráneo, Bankinter, Ibercaja, Banco Popular, Banc Sabadell y La Caixa.